El oficialismo no tuvo miramientos: Después de ocho horas de tensa discusión, impuso su mayoría en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados con el fin de apurar al máximo el proyecto de ley de radiodifusión del Gobierno y limitar el debate a sólo tres audiencias públicas, que se desarrollarán la semana próxima. El objetivo: dar media sanción al proyecto dentro de 10 días.
No sólo eso! En su visita al plenario de las comisiones de Comunicaciones, Presupuesto y Libertad de Expresión, el interventor en el Comfer, Gabriel Mariotto, dejó en claro que no aceptará modificaciones sustanciales en el proyecto. De nada valieron las protestas de la oposición, que reclamó un debate más exhaustivo de una iniciativa a la que "todos"(opositores y oficialistas), califican de trascendente para la vida democrática.
El kirchnerismo se mantuvo intransigente aún sabiendo que cuanto más se dilate la discusión más difícil será su aprobación en el recinto por los reparos que el proyecto despierta. Incluso en algunos miembros oficialistas.
La jornada de debate de ayer fue agobiante, por momentos, bordeó el escándalo. Arrancó con fuertes críticas cruzadas entre la presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión, (la radical Silvana Giúdici), y sus pares Kirchneristas, que le rechazaban la propuesta de convocar a siete audiencias públicas en el interior del país para ampliar la discusión, propuesta que había aprobado minutos antes la comisión que dirige Giúdici.
La estrategia de la oposición más dura -UCR, Coalición Cívica, Pro, el cobismo y el PJ disidente- apunta a dilatar el debate del proyecto.
No sólo eso! En su visita al plenario de las comisiones de Comunicaciones, Presupuesto y Libertad de Expresión, el interventor en el Comfer, Gabriel Mariotto, dejó en claro que no aceptará modificaciones sustanciales en el proyecto. De nada valieron las protestas de la oposición, que reclamó un debate más exhaustivo de una iniciativa a la que "todos"(opositores y oficialistas), califican de trascendente para la vida democrática.
El kirchnerismo se mantuvo intransigente aún sabiendo que cuanto más se dilate la discusión más difícil será su aprobación en el recinto por los reparos que el proyecto despierta. Incluso en algunos miembros oficialistas.
La jornada de debate de ayer fue agobiante, por momentos, bordeó el escándalo. Arrancó con fuertes críticas cruzadas entre la presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión, (la radical Silvana Giúdici), y sus pares Kirchneristas, que le rechazaban la propuesta de convocar a siete audiencias públicas en el interior del país para ampliar la discusión, propuesta que había aprobado minutos antes la comisión que dirige Giúdici.
La estrategia de la oposición más dura -UCR, Coalición Cívica, Pro, el cobismo y el PJ disidente- apunta a dilatar el debate del proyecto.
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