"Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia.."

jueves, 1 de julio de 2010

LEANDRO ALEM, MUERE UN 1° DE JULIO DE 1896


Leandro Alem, fue un político argentino, fundador de la Unión Cívica Radical, elegido dos veces diputado provincial y dos veces senador nacional.
Fue tío y mentor de Hipólito Yrigoyen, hijo de su hermana Marcelina y diez años menor que él, quien en 1916 llegará a ser el primer presidente argentino elegido por el voto secreto.
Desde muy joven Alem ingresa como voluntario al ejército. Peleó en las últimas batallas de las guerras civiles argentinas, Cepeda en 1859 y Pavón en 1861.
Se recibe de abogado en la Universidad de Buenos Aires e instala su estudio junto con su amigo y correligionario Aristóbulo del Valle. Su tesis se tituló: "Estudio sobre las obligaciones naturales", es decir aquellas obligaciones que reposan más en la moral que en la ley.

¿Cómo había ocurrido la catástrofe? El doctor Leandro N. Alem había dado fin a su existencia, disparándose dentro del coche que lo conducía al Club del Progreso, un tiro en la sien derecha.
Se había suicidado Alem. Leandro Alem, el de las largas barbas plateadas ya, el de los ojos vivos y fulgurantes, el de la palabra vibrante y perentoria, el jefe, el hombre de la calle y de la plaza pública, que arrebataba a las multitudes cuando les hablaba por ellas, cuando los llevaba adonde él quería llevarlas, casi ídolo, con su ascético rostro, con su vida clara, con su altruismo extraño.
¿Por qué? Todos preguntaban el por qué, todos querían conocerlo, y hubieran cuestionado al cadáver si hubiera podido contestar, y quedaban mudos ante ese enigma. ¿Cómo, cuando se es jefe de un partido poderoso, cuando se influye en los destinos de una Nación, cuando se ha llegado a una popularidad, casi sin precedentes, se puede cortar así el hilo de una existencia, saltar así a la nada, romper así con todo lo que sonríe y lo que promete? ...
Hombre maduro, el doctor Alem había visto muchas cosas, había pulsado muchas pasiones, había hecho muchos sacrificios, y llegado el momento del balance se había encontrado él solo en pérdida, después de haber puesto casi todo el capital.
Muere en su teatro, en la calle de sus triunfos y las causas de su muerte no han de conocerse tal vez por entero.
Su nombre era conocido y relativamente popular antes del 90 en que alcanzó altísima figuración y representó en su persona el grupo numeroso de los excesivos, de los que querían llegar a saltos al ideal, contra la regla de la naturaleza.

¡Duerma en paz Leandro Alem! Que el descanso eterno la compense de su lucha continua. En nuestra historia tiene un puesto, su nombre vivirá y hoy no habrá en toda la República quien no lamente su trágica muerte y rinda tributo a sus virtudes.
Alma noble, luchador incansable, hombre de raro temple, librado a los embates de la suerte pocas veces propicias ha llegado al término de su carrera con la estimación de propios y extraños y sin duda por eso en su rostro demacrado y en sus blancas barbas hay aún, después de la muerte, un sello de placidez y de entereza.
¡Duerma en paz Leandro Alem!

1 comentario:

  1. EL FUNDADOR DE NUESTRO QUERIDO Y AMADO PARTIDO...LOS PRINCIPIOS DEJADOS SON LAS MEJORES RAICES PARA SEGUIR CON SU IDEA DE UN PARTIDO LIMPIO ,JUSTO IGUALITARIO.
    ESTO ES LO QUE NOSOTROS TENEMOS Q PROFESAR ASI SOMOS MAS RADICALES CON PRINCIPIOS

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