En la vecina localidad de 25 de Mayo, un Fiat Palio conducido por un menor de 17 (diecisiete) años embistió a un Renault 12 y causó la muerte de dos niños de 4 y 7 años, además de heridas muy graves a todo el resto de la familia que ocupaba el vehículo.
Hace poco más de 1 año un episodio similar...terminó con la vida de una niña Bragadense. Debido a ésto apelamos en primer lugar: a la responsabilidad de los padres de los adolescentes que ponen en manos de sus hijos vehiculos que levantan velocidades muy dificiles de manipular por chicos que están apenas ingrasando en una actividad tan delicada como es la de conducir un vehículo y que por su condición de "adolescentes" buscan experimentar, entre otras cosas, con la adrenalina de la velocidad. En segundo término: a las autoridades correspondientes que a pesar de ver estos episodios de "excesos" hacen oídos sordos resultando más fácil su actividad diaria y lamentando los hechos una vez ocurridos y en tercer lugar: a los jóvenes que desde la inconciencia propia de su edad, hacen abuso de sus derechos como es el de "conducir" o beber antes de hacerlo, sin tener intención de dañar, pero creando las condiciones óptimas para hacerlo.
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